Enfoques creativos, performativos y basados en el arte
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Por: Sofia Betancur Bermúdez
Desde el siglo XVII estamos inmersos en una sociedad donde se concibe que el conocimiento necesita del método científico para ser construido, pero ¿alguna vez nos hemos puesto a pensar si este método logra captar cualquier tipo de conocimiento?
Elliot Eisner en 1993 (Marín-Viadel y Roldán, 2019) se cuestionó y entendió que el método tradicional se quedaba corto al ahondar en los conocimientos no verbalizables, aquellos que son difíciles de expresar en palabras. Por esto creó, junto a otros investigadores, un enfoque que pudiera alcanzar dicha información, que rompiera las barreras del campo científico y transformara la búsqueda del conocimiento sobre lo humano: las artes (Finley, 2008). Por este medio, se buscaba ligar la ciencia con el arte, intensificando sus cualidades estéticas tanto en el procedimiento como en el resultado, donde “su característica fundamental es el uso de las formas de pensamiento y las formas de representación que proporcionan las artes para hacer investigación” (Marín-Viadel y Roldán, 2019, p. 1).
La investigación basada en las artes apunta a aquello difícil de entender y transmitir. Es un enfoque diferente a los tradicionales, ya que busca cambiar las perspectivas y visiones tanto del participante como del investigador, es decir, es un enfoque que permite la cocreación y la reflexión bidireccional. Las artes le abren paso a la expresión y la comprensión de las emociones, los sentimientos, las heridas, los traumas, los pensamientos, las fantasías, las representaciones, las imaginaciones; todo aquello que se escapa a la palabra. Esto es posible ya que las artes son una forma de exploración, de introspección y de conocimiento (Seregina, 2020).
El arte busca generar una reflexión consciente y una crítica a las experiencias a las que no les dedicamos el tiempo suficiente para su comprensión o que quizá están tan enredadas en nuestra cabeza que no les vemos el sentido, por esto, buscamos resignificar dichas experiencias a través de la exteriorización en el arte. Es una forma de contar nuestras historias personales, de entender aquella situación traumática que nos sigue causando daño, de articular nuestros pensamientos y sanar el conflicto constante de nuestras emociones. Para esto, se necesita un alto grado de reflexividad y pensamiento crítico, para poder ver hacia “dentro” y entender lo que nos causa daño, entender por qué actuamos como lo hacemos, por qué decimos lo que decimos y cómo todo eso puede llegarse a transformar y generar cambios reales en diferentes aspectos de nuestra historia de vida (Seregina, 2020).
Estos enfoques aportan mucho al conocimiento y a la comunidad científica ya que son formas de representar nuestra realidad sin necesidad de utilizar un método que indique el paso a paso a seguir. Esto permite que la búsqueda del conocimiento sea flexible, que los rumbos de investigación puedan adaptarse al contexto y que la información se alcance con mayor profundidad a partir de un proceso de descubrimiento (Seregina, 2020).
El arte puede expresar diferentes componentes que otros enfoques no, por lo cual se considera un método de investigación alternativo y complementario al tradicional. Esto permite que la información se enriquezca y el entendimiento sea mucho mayor. Por ejemplo, con el método de un grupo focal se puede entender el componente social de un fenómeno en específico, con las artes por otro lado, se genera información valiosa sobre el componente emocional, corporal e imaginativo que los otros métodos no ofrecen. Por esto, el objetivo es lograr una investigación íntegra que busque complemetar otras técnicas y la discriminación de las mismas dependiendo del objetivo y aquello que se está considerando, por ende, las artes “no son sólo un método, sino una forma de diseñar, interpretar y comunicar” (Marín-Viadel y Roldán, 2019, p. 16). Por otro lado, hay diferentes corrientes de estos métodos, por ejemplo la investigación educativa basada en artes (ABER), la investigación basada en artes que mezcla diferentes técnicas (ABR) y la a/r/tografía que es un método que combina la creación artística, la educación y la investigación, concibiendo al investigador como artista y profesor (Seregina, 2020).
Para saber si los enfoques basados en el arte son indicados para nuestro estudio, debemos hacernos varias preguntas. ¿Nos vamos a involucrar con procesos y experiencias que no son directamente verbalizables u observables?, ¿cómo puedo generar la expresión de cosas que son sensoriales, emocionales, sexuales? Si vemos que la respuesta la podemos encontrar en las expresiones artísticas, podemos empezar con nuestro trabajo. Podemos utilizar diferentes técnicas que nos darán información diferente. Por ejemplo, tenemos la fotografía que genera una visión inmediata de una experiencia, nos da visión de sucesos que no son consecutivos y nos dan a entender el punto de vista del otro, sus apreciaciones, representaciones y la forma en que le da sentido a sus experiencias. Los videos son una forma de transmitir la información de manera diferente a los textos académicos regulares. Es el camino más cercano de ver la realidad del otro a través de sus propios ojos, por lo que genera una interpretación más exacta de la experiencia. Por otro lado, la poesía nos acerca a los afectos y sensaciones de quién escribe, saliéndose del límite impuesto por los tecnicismos del lenguaje científico o el significado gramatical del lenguaje natural. Así mismo, la danza, la música y el teatro permiten una expresión vívida del cuerpo a través del movimiento y la voz, generando sensaciones, exteriorizaciones, empoderamientos y liberación a quienes los practican (Seregina, 2020).
Un ejemplo de este enfoque es la investigación desarrollada por Seregina en el 2012 sobre el concepto de la fantasía como una experiencia corporal e interactiva. En un principio el método de investigación era la etnografía, pero al ver que se quedaba corto al ahondar en los puntos vitales de la investigación, utilizó el método performativo de juego de roles para entender los aspectos corporales, interactivos y emocionales de la fantasía. Así mismo, acudió a las obras de arte para entender el punto de unión de la teoría y la práctica real de la fantasía y le permitió a los participantes ser más conscientes de sus experiencias para poderlas comprender (Seregina, 2020).
Así pues, el objetivo de los enfoques creativos, performativos y basados en el arte, no es el resultado como tal de la investigación, sino el proceso de aquello que se quiere comunicar, transmitir, expresar. Para lograrlo no es requisito tener conocimientos artísticos, más bien las habilidades deben ir enfocadas en la reflexión, en los conocimientos de aplicación de las técnicas, en el trabajo interdisciplinar, en la comprensión de lo que el participante nos quiere transmitir en esa expresión artística, del reconocimiento de los tejidos que vamos a tocar con cada una de estas técnicas y el trasfondo que puede tener para cada persona. Estos enfoques nos permiten a los investigadores aproximarnos a nuestro objeto de estudio de una manera diferente generando nuevas comprensiones sobre este, y a los participantes nos da fuerza para mirarnos a nosotros mismos, para explorarnos y para expresar aquello que los métodos tradicionales no permiten expresar (Seregina, 2020).
Referencias
Finley, S. (2008). Arts-based research. En L. Cuervas (Ed.), Handbook of qualitative research: perspectives, methodologies, examples, and issues (pp. 71-81). Sage publications.
Marín-Viadel, R. y Roldán, J. (2019). A/r/tografía e Investigación Educativa Basada en Artes Visuales en el panorama de las metodologías de investigación en Educación Artística. Arte, Individuo y Sociedad, 31(4), 881-895. https://doi.org/10.5209/aris.63409
Seregina, A. (2020). Co-creating bodily, interactive, and reflexive knowledge through art-based research. Consumption Markets & Culture, 23(6), 513-536. https://doi.org/10.1080/10253866.2019.1634059
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