¿QUÉ DEBO TENER EN CUENTA PARA IMPLEMENTAR PEDAGOGÍAS ACTIVAS EN EDUCACIÓN SUPERIOR?

¿QUÉ DEBO TENER EN CUENTA PARA IMPLEMENTAR PEDAGOGÍAS ACTIVAS EN EDUCACIÓN SUPERIOR?

Por: Olga Rodríguez
PhD. en Psicología y Educación
Universidad Nacional de Colombia

He puesto el título en forma interrogativa porque esta debería ser la pregunta que un docente debería formularse inicialmente. Claro, previamente debe tener una aproximación comprensiva a las pedagogías activas. También, dentro de su hacer docente debe tener un buen número de estrategias didácticas que le permitan acercar a sus estudiantes al conocimiento que por tantos años ha venido disfrutando y decantando, así como estar dispuesto a seguir aprendiendo y a ser más un acompañante que una autoridad, con esto en mente podemos empezar con algunas definiciones.

Las pedagogías activas constituyen un conjunto de métodos de enseñanza en los cuales se espera que el estudiante sea partícipe de su proceso de aprendizaje, de tal manera que esté mediado por la realización de una lectura comprensiva y por una serie de actividades y procesos que le permitan acercarse tanto a la comprensión y aplicación de conocimiento, como al desarrollo del pensamiento crítico y creativo, garantizar un aprendizaje más significativo y con ello más perdurable, a la vez que desarrolla competencias blandas que le serán de utilidad para su desempeño profesional (Kozanitis, 2017),  tales como la resolución de problemas, el pensamiento científico y de habilidades como trabajo en equipo (Bonwell y Eisen, 1991).

Parece complejo poder implementar estas metodologías y, en efecto, puede llegar a serlo. Es por eso que he decidido compartir algunas sugerencias sobre cómo llevar las pedagogías activas a la práctica. Estas indicaciones son fruto de los más de seis (6) años de experiencia que posea implementando diversas pedagogías, en más de cuatro asignaturas distintas, todas ellas en educación superior. Así que empecemos:

1. Dedique tiempo a encontrar las mejores lecturas para las clases

Lo primero es seleccionar las lecturas que se van a incluir en el curso, deben ser ilustrativas, de complejidad moderada, de tal manera que se presente el tema con claridad y sencillez. Sin duda, es importante presentar lecturas complementarias que puedan ser revisadas por los estudiantes a partir de sus intereses. Serán de utilidad otros materiales de preparación o contextualización, tales como videos, podcast o una página web.

2. Haga guías de trabajo

Una ayuda didáctica fundamental la constituye el desarrollo de guías de trabajo para los estudiantes antes y durante la clase, lo cual implica trabajar por la articulación del propósito del aprendizaje, las lecturas y las actividades pedagógicas propuestas. Puede revisar nuestra guías de distintas temáticas.

3. Haga uso de distintas actividades dentro y fuera del aula

Acorde con lo anterior, es necesario tener conocimiento de distintas actividades de aprendizaje, y conocerlas con suficiencia. En la sección de herramientas académicas encuentra algunas alternativas.

4. Consiga un buen equipo de apoyo

En caso de contar con grupos grandes, como ha sido mi caso (70 estudiantes por clase), es necesario conformar un equipo de apoyo, siendo útil hacer uso de la estrategia de aprendizaje entre pares. Lo que debe ser claro es que las pedagogías activas logran mejores resultados cuando se trabajan en grupos pequeños, un tamaño de 15 estudiantes por grupo es adecuado, en caso de tener números más grandes, es necesario segmentarlo y asignar un orientador a cada grupo.

5. Cambie su actitud, ya no hay profes sabelotodo

El cambio de actitud docente es fundamental, acompañar en el camino del saber implica que el rol de autoridad se modifique al rol de guía, lo cual en la práctica implica manejar con tranquilidad los errores, los silencios y la misma falta de participación activa del docente mientras los estudiantes resuelven las actividades

6. No son nuevas pedagogías, si no hay nuevas formas de evaluar

Salir del modelo tradicional de evaluación y contar con distintas estrategias de evaluación se constituyen en una forma de lograr la coherencia entre el qué y el cómo se enseña y el cómo se evalúa, con lo cual sugiero incluir entre estas las rúbricas y proponer distintas estrategias de evaluación además de parciales o trabajos.

7. Apunte a la motivación de los estudiantes

La realización de las lecturas y las actividades requiere saber motivar a los estudiantes para que se comprometan. Inicialmente, se pueden emplear estrategias orientadas hacia lo extrínseco, e ir avanzando hacia el cambio de orientación por los resultados a orientación por el aprendizaje. En este camino será importante garantizar que el estudiante tiene en efecto un papel activo en su proceso de aprendizaje y también que el aprendizaje se va logrando.

Para finalizar, es  necesario señalar que aunque se espera que quien imparte una temática sea experto en la misma, más importante que ello es asumirse como un aprendiz, en tanto puede seguir aprendiendo  de y con los estudiantes, de la disciplina que enseña y de las estrategias pedagógicas que permiten un mayor y más duradero aprendizaje por parte de los estudiantes.

Referencias

Bonwell, C. & Eison, J. (1991). Active learning: creating excitement in the classroom. ASHE-ERIC Higher Education Report No.1. Washington, D.C.: The George Washington University.

Kozanitis, A. (2017). Las pedagogías activas y el uso de los TICs en contexto universitario: ¿una combinacion posible? . Rev. Diálogo Educ., Curitiba, 17 (52

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