Memoria en la infancia

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Por: Diego FernandoTorres Sosa
La infancia es el momento más importante para el desarrollo de las personas en la medida que en esta se están desarrollando y madurando algunos de los procesos cognitivos más importantes que necesitamos para realizar de manera óptima las diferentes actividades que tenemos en el día a día. Entre estos procesos se encuentran la atención, el razonamiento, la percepción, etc., pero hoy tenemos que hablar sobre un proceso cognitivo que está presente en muchas tareas y actividades, y este es la memoria,. Para lo cual, en este artículo explicaremos qué es la memoria, para que sirve, los diferentes tipos de memorias que hay y como está presente en el día a día.
La memoria la podemos entender como el proceso cognitivo encargado de almacenar, codificar y recuperar información para poder adaptarnos a las diferentes demandas que se nos presentan en la cotidianidad (Padín, 2013); la memoria cuenta con tres etapas para integrar algún tipo de información que son la codificación, el almacenamiento y la recuperación; la primera que encontramos hace referencia a esa etapa donde se tiene acceso a algún tipo de información nueva, y es, donde se hace la transición de los estímulos, vivencias, experiencias, conocimientos, etc, a representaciones mentales para que puedan ser almacenadas en nuestro cerebro; la segunda etapa, el almacenamiento, entra en juego cuando tenemos nuestras vivencias transformadas en representaciones mentales, estan deben ser almacenadas por parte de nuestro cerebro, para esto, el cerebro realiza una organización de información por unidades estructuradas en las cuales se agrupan por medio de conceptos, categorías o relaciones entre estas representaciones para un almacenamiento más eficaz ; por último, la recuperación, al tener los recuerdos almacenados y codificados, nosotros podemos traer esos recuerdos o acceder a la infomación en diversos momentos o situaciones en las que requiramos de esta información, en este apartado, tenemos diferentes tipos de recuperación, libre, reconocimiento, facilitada, etc.

La memoria juega un rol importante en nuestro día a día, dado que esta ejecuta un papel fundamental en el proceso de aprendizaje (no únicamente en temas de escolarización), dado que todas las conductas, acciones, interacciones, conversaciones, etc., están mediadas por nuestra memoria y nuestra previa interacción con espacios, personas, lugares, etc. Por lo tanto, la memoria es la base para el aprendizaje, dado que este, lo podemos entender como el cambio en la forma que actuamos o en el conocimiento que tenemos resultante de experiencias previas que tenemos (Cerdán, 2011), y en el cual, la memoria es el mecanismo que permite que se retenga información a través del tiempo. Pero no únicamente la memoria tiene relación con el aprendizaje, sino que también con la formación de la identidad “La memoria es elemento constitutivo de la propia identidad. Un sujeto que viviera solamente el presente, o el anhelo de un futuro soñado, sin detenerse a rememorar su pasado, no sabría quién es” (De Zan, 2018), y es que, la memoría también almacena información autobiográfica que tenemos (datos y experiencias personales) y permiten la construcción de una identidad y el sentido de sí mismo. Por último, otro ejemplo donde observamos un papel fundamental de la memoria es en la adaptación social y en las relaciones interpersonales, como plantean Fajardo & Encinas (2010), la memoria nos ayuda a gestionar la forma en que nos comportamos y relacionamos socialmente en base a algunos recuerdos de experiencias previas que permiten facilitar la relación con personas, en eventos o normas previamente aprendidas que se acoplan al espacio o personas con las que se encuentre.

Con esto, también tenemos que hablar sobre la memoría y los diferentes tipos de memoría que existen, cuales son sus funciones y en qué momento aparece, para este apartado, solo tocaremos algunas de las más importantes, para no explayar mucho el texto. Empezaremos con:
- Memoría a corto plazo: Este tipo de memoria hace referencia a un tipo de almacenamiento que tenemos nosotros, de capacidad limitada aproximadamente entre 10 elementos independientes y de corta duración entre 10 y 20 segundos, y juega un rol fundamental porque en esta parte se decide si esta información es “desechada” o si es información que se considera relevante se dirige hacia la memoria a largo plazo. Esta memoria tiene como función solucionar problemas de inmediato, con la información que se tiene en el momento. (Alaniz-Gomez & et al. 2022).
- Memoria a largo plazo: Este tipo de memoria hace referencia al tipo de memoria que a diferencia de la memoria a corto plazo, esta puede almacenar mucho más información de manera “indefinida”, lo que conlleva a que esta sea la memoria que usamos en casi todas las actividades diarias. Gracias a este tipo de memoria es que sabemos quiénes somos, la información que tenemos sobre donde vivimos, quiénes son nuestros familiares, etc; por lo que, toda información que aprendemos va hacia la memoria a largo plazo (Morgado, 2005).
- Memoria de trabajo: Este tipo de memoria, como lo plantean Baddeley & Hitch (1974), es el sistema cognitivo que permite mantener la información y manipular esta información de manera temporal mientras se realiza alguna tarea o se está requiriendo de esta información. Estos mismos autores, plantean que esta memoria de trabajo no es una estructura única, sino que se compone de diversos apartados para la unificación de la información visual, verbal y espacial a la memoria de trabajo, los cuales son el Bucle Fonológico, La Agenda Visoespacial, el Ejecutivo Central y por último el Buffer Episódico.

Ya entendiendo el concepto de la memoría y sus diversas maneras de presentarse en los niños y adultos, ahora vamos a explorar el desarrollo de esta en los primeros años de vida de los niños. En sus primeros años de vida, empiezan a reconocer patrones o caras familiares y junto a estos, mostrar una asociación frente a lo que sienten sobre estas caras, alegría, disgusto, etc (Martínez, 2010). También, se empieza a presentar por parte de los niños, ciertas conductas de imitación sobre lo que evidencian de sus figuras de apego, evidenciando un tipo de almacenamiento de información en un breve periodo de tiempo (Martínez, 2010). Ya cuando empiezan a crecer, y empiezan a adquirir el lenguaje, se empieza a compartir con pares, se hacen preguntas sobre el mundo que los rodea, empieza a surgir otros tipos de memoria o evidencias del desarrollo y adquisición de la memoria; la memoria episódica, donde estos empiezan a recordar eventos específicos de su pasado (Zambrano & Samada, 2022), la memoria de trabajo que como mencionamos anteriormente, es la encargada de almacenar y manipular información, etc. Ya cuando los niños empiezan a tener más de 6/7 años, todos estos tipos de memoria mencionados anteriormente empiezan a fortalecerse y desarrollarse de una manera más óptima y eficiente para los requerimientos que le demanda su entorno.
La memoria, al ser un proceso en constante desarrollo , como padres/acompañantes, podemos realizar algunas actividades para fortalecer y ayudar al óptimo desarrollo de esta mediante juegos, por esto, mencionaremos algunas de las muchas actividades que se pueden realizar para el fortalecimiento de este proceso cognitivo:
- Juegos de repetición: La repetición es uno de los mecanismos por los cuales nosotros aprendemos y memorizamos cosas de mejor manera, por lo cual, actividades que tengan como objetivo esto, nos ayudaran al fortalecimiento de la memoria. Que los niños/as repitan números, palabras, acciones, que se le mencionan o se realizaron anteriormente.
- Patrones: La realización de patrones por parte de los niños, ya sea por formas, colores, usos, tamaño, etc, fortalece su memoria de trabajo, dado que esto ayuda a la organización y clasificación de la información de una manera mucho más estructurada que sino se realizan los patrones y no se organizan las cosas.
- Diferencias: La presentación de objetos/imágenes que sean bastante parecidos pero que tengan ciertas diferencias y que el objetivo del niño sea buscarlas y señalarlas, no únicamente nos ayudará a fortalecer la memoria, sino que también la atención se verá fortalecida.
Cerdán, L. L. (2011). La memoria en el proceso de enseñanza/aprendizaje. Pedagogía Magna, 11, 311-319. https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/3629232.pdf
De Zan, J. (2018). Memoria e identidad. Revista de Filosofía de Santa Fe, 16, 41-67. https://doi.org/10.14409/topicos.v0i16.7492
Fajardo Caldera, I., & Encinas Martin, I. (2010). EL CONOCIMIENTO A LA ADAPTACIÓN SOCIAL: IMPORTANCIA DESDE EL PUNTO DE VISTA EDUCATIVO. International Journal Of Developmental And Educational Psychology, 145–151.
Padín, G. A. (2013). La memoria: concepto, funcionamiento y anomalías. Cuadernos de Tomás, 5, 177-190. https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/4462486.pdf
Ruetti, E. M., Justel, N., & Bentosela, M. (2009). Perspectivas clásicas y contemporáneas acerca de la memoria. Suma Psicológica, 16(1), 65-83. https://doi.org/10.14349/sumapsi2009.96
Zambrano, M. E. L., & Samada, Y. G. (2022). Desarrollo de la concentración y memoria en niños de 5 años mediante actividades lúdicas digitales. MQRInvestigar, 6(4), 664-685. https://doi.org/10.56048/mqr20225.6.4.2022.664-685
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