Entender o no entender, he ahí el dilema
Por: Daniela Suarez
Integrante SIEPSI
A continuación, se explicarán dos estrategias metacognitivas claves para lograr entender los temas que se le presentan en clase. La primera se conoce como planeación general y la segunda se conoce como monitoreo general. Estas pueden ayudar a los estudiantes a abordar un tema nuevo y darle herramientas al docente para guiar de manera efectiva la comprensión de la nueva información.
¿Qué es la planeación general?
La planificación general o general planning es el proceso mediante el cual el instructor le brinda al estudiantado los objetivos centrales de aprendizaje preestablecidos para que cada estudiante planifique mejor la forma en que va a abarcar los tópicos (Medina, et al.,2017). Lo anterior, es de vital importancia para que el estudiante logre identificar conocimientos previos y los conecte con los objetivos principales de la nueva información. De igual forma, el docente debe instruir al estudiante para que compare lo que ya sabe con lo que está aprendiendo y, más que hallar similitudes, pueda identificar diferencias.
En un artículo conocido como La planificación didáctica y el diseño instruccional en ambientes virtuales realizado por Rosa Amaro de Chacín (2011), se menciona como la planificación didáctica supone la puesta en práctica de un plan bien pensado y articulado. El cual, le exige al docente que se haga preguntas sobre ¿Qué va hacer? ¿Dónde? y ¿Cómo lo hará?, ¿De qué discursos dispone? ¿Cuáles son los objetivos? y ¿Cómo saber que ha logrado cumplirlos?
El docente, además, debe exponer y/o justificar las razones y motivos de sus estrategias didácticas para que el estudiante sea consciente de la necesidad y conveniencia de su participación.
“Se debe definir qué se espera que los alumnos puedan lograr a distancia y qué elementos aportará este medio para que la experiencia sea productiva. Un estudiante mostrará una mayor disposición al estudio y al aprendizaje si le resulta clara la importancia de la Unidad y de la estrategia (virtual) que ha sido seleccionada. De este modo, se conecta al participante con las condiciones iniciales para el aprendizaje significativo.” (de Chacín, 2011, p 10)
Según Polya (1979) y Schoenfeld (1992), el alumno implementa la planeación como estrategia metacognitiva cuando ésta involucra la motivación, estrategias cognitivas (mapas mentales, resúmenes, fichas bibliográficas, etc) y el esfuerzo para resolver una tarea. De igual forma, este debe establecer metas de acuerdo a la tarea a la que se está enfrentando, a las habilidades personales y al tiempo que se tenga a disposición.
En el trabajo El aprendizaje autorregulado en estudiantes de educación superior, se mencionan estrategias como la elaboración y organización, mediante las cuales, no solo se busca adquirir nuevos conocimientos sino también integrarlos a conocimientos anteriores. Para esto vale la pena preguntar: respecto al tiempo ¿Cuánto tiempo tengo? , respecto a la organización del ambiente ¿me concentro en ambientes ruidosos o no? , sobre la organización de los materiales de aprendizaje ¿tengo todas las lecturas o trabajos de esta materia para estudiarlos?, frente a la regulación del esfuerzo ¿Qué tanta motivación tengo para realizar este trabajo? y sobre el aprendizaje con pares ¿me concentro estudiando más solo o en compañía?
¿Qué es el monitoreo general?
El monitoreo general o general monitoring pertenece al campo de la metacognición (Guillermo Macbeth, 2014). Desde este campo se ha formulado un modelo teórico (Figura 1) de los componentes básicos de los procesos metacognitivos (Nelson y Narens, 1990) el cual brinda una base para explicar el proceso de monitoreo general.
Figura 1
Componentes básicos de los procesos metacognitivos
Según Nelson y Narens (1990)
A primera vista el gráfico puede llegar a ser intimidante, pero iremos paso por paso explicando su funcionamiento. En primer lugar, el está dividido en cuatro partes: dos niveles que son el nivel objeto y el nivel meta; y dos procesos el primero es el de la monitorización y el segundo es el control.
En el nivel objeto se encuentra toda aquella información que nuestra mente almacena o no, si prestamos atención o no a un tema, procesos de percepción, entre otros. Esta información es llevada y analizada en el nivel meta, el cual crea un modelo de acuerdo a nuestros objetivos y las estrategias que tengamos para lograrlos. Por ejemplo, al momento de estudiar para un examen, el comportamiento va a cambiar en torno a los objetivos que se hayan propuesto, es decir, no se va a prestar la misma atención a lo que se está estudiando si el objetivo es pasar una materia a si se quiere aprender a conciencia toda la información posible.
Sin embargo ¿Cómo es que la información que se encuentra en el nivel objeto llega al nivel meta? Es aquí donde entran juego los procesos de monitorización y control. El proceso de monitorización es el encargado de transmitir la información del nivel objeto al nivel superior, dependiendo de los objetivos que se tenga con esa información. Después, esta información es transformada a un modelo en el nivel meta, el cual le dará información al proceso de control, para tomar decisiones o hacer cambios en el nivel objeto.
Para ejemplificar lo anterior, tomemos el caso en que un estudiante tiene que presentar un examen de matemáticas al día siguiente y necesita estudiar mucho ya que va perdiendo la materia. Después de estudiar durante 2 horas ya ha obtenido cierta información, la cual va a estar almacenada en el nivel objeto. Frente a ello, el estudiante puede preguntarse qué tan confiado se siente con la información que ha acabado de adquirir. En este punto, de manera específica se está viendo un proceso de monitorización ya que se está revisando la calidad de la información que se está obteniendo. Posteriormente, esta información pasa al nivel meta el cual construye un modelo con la información recibida del nivel de monitorización en compañía de los objetivos que se tengan, en este caso aprobar el examen para pasar la materia. Como el estudiante se siente confiado con lo que ha aprendido a lo largo de estas dos horas decide cerrar su cuaderno y dejar de estudiar, es decir controla su conducta de acuerdo a lo obtenido en el nivel meta.
En el estudio conocido como Detección de errores en el proceso metacognitivo de monitoreo de la comprensión lectora en niños realizado por Adriana Jaramillo Arana y colaboradores el cual tuvo como objetivo reconocer el nivel metacognitivo implementado por estudiantes de grado 4°en la comprensión lectora, se entiende a un buen lector como el que decodifica el mensaje, pero además lo comprende, lo relaciona con su conocimiento previo y está en capacidad de generar nuevas ideas frente a él (Jaramillo Arana et al., 2006). Para llegar a esta conclusión, usaron el cuento “El rey de hojarasca” de Lisandro Chávez Alfaro del cual obtuvieron dos versiones con cuatro tipos diferentes de error: Cohesión, consistencia externa, consistencia interna y claridad y cantidad de información.
El primer texto incluyó como errores semánticos: consistencia interna (Uno de los personajes que aparece muerto al comienzo reaparece vivo al final) y consistencia externa (se cambiaron palabras familiares por sinónimos poco comunes y se cambiaron rasgos particulares de los animales por sus opuestos).
El segundo texto se modificó incluyendo los siguientes errores semánticos: Cohesión (se le suprimió el final al texto) y claridad y cantidad de información (se dejó una parte del texto inconclusa). (Jaramillo Arana et al., 2006, p10)
Los resultados muestran que los sujetos que tenían buenas habilidades lectoras tenían también buena metacognición. Pero ¿Qué estrategias podemos implementar para obtener un buen monitoreo? Según el modelo de Zimmerman y Moylan (2009), la monitorización involucra dos cosas: el autocontrol y la auto-observación. Entenderemos por autocontrol el interés y concentración para solucionar una tarea, por ejemplo, cada vez que recordamos el objetivo a cumplir mantenemos una motivación constante: “Si otros pueden resolver este problema, yo también puedo” o “Este trabajo me va a ayudar a mejorar mi promedio”.
Por otro lado, cuando hablamos de auto-observación, nos referimos al seguimiento de tipo mental que el estudiante hace en respuesta a los resultados de su desempeño y de la calidad de lo que hizo, los procedimientos para dar solución a una tarea, y su eficacia para lograr los objetivos previamente planteados (Chacín, R. A., 2011). Por ejemplo, si un estudiante está haciendo ejercicios básicos de álgebra y al finalizar trata de comparar sus resultados con los del libro puede hacer un monitoreo sobre en qué se está equivocando y por qué.
En conclusión, las estrategias metacognitivas son promovidas y alentadas en el estudiante mediante el trabajo que realiza el docente a la hora de explicar los contenidos. Sin embargo, es importante recalcar que debe ser el estudiante quien determine, implemente y argumente el procedimiento de solución a los retos que le han sido dados. Al respecto, es importante recalcar que, el docente, no solo juega un rol de impartición de conocimientos, sino que también acompaña a sus estudiantes a descubrir su forma de aprender a aprender. Hacemos una cordial invitación al lector que revise los recursos educativos que se encuentran en nuestra página web, los cuales son herramientas importantes para utilizar e implementar en estas estrategias de aprendizaje.
Referencias
de Chacín, R. A. (2011). La planificación didáctica y el diseño instruccional en ambientes virtuales. Investigación y Postgrado, 26(2), 129-160. http://ve.scielo.org/scielo.php?pid=S1316-00872011000200004&script=sci_arttext&tlng=en
Cázares Balderas, Milagros de Jesús, Páez, David Alfonso, & Pérez Martínez, María Guadalupe. (2020). Discusión teórica sobre las prácticas docentes como mediadoras para potencializar estrategias metacognitivas en la solución de tareas matemáticas. Educación matemática, 32(1), 221-240. Epub 06 de diciembre de 2021.https://doi.org/10.24844/em3201.10
Guillermo Macbeth, Kohan, N. C., Razumiejeczyk, E., & López Alonso, A. (2014). Eficacia del monitoreo metacognitivo en procesos de atribución de verdad, falsedad y novedad. 64-71 USAL. https://p3.usal.edu.ar/index.php/signos/article/viewFile/2163/2710
Jaramillo Arana, A., de la Cadena, G. M., & Rojas Reina, L. M. (2006). Detección de errores en el proceso metacognitivo de monitoreo de la comprensión lectora en niños. Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud, 4(2), 4-18. http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1692-715X2006000200004
Polya, G. (1979). Cómo plantear y resolver problemas. Trillas. Polya: Cómo plantear y resolver problemas – Google Académico
Quintana-Terés, M. (2014). El aprendizaje autorregulado en estudiantes de educación superior (Tesis doctoral). Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente, ITESO, México. Quintana-Terés: El aprendizaje autorregulado en… – Google Académico
Schoenfeld, A. H. (1992). Learning to think mathematically: Problem solving, metacognition, and sense making in mathematics. En D. Grouws (Ed.), Handbook for Research on Mathematics Teaching and Learning (pp. 334-370). McMillan. Schoenfeld: Learning to think mathematicaly – Google Académico
Arianto, F., Mustaji, Bachri, B. (2021). Metacognitive Strategy and Science Problem-Solving Abilities in Elementary School Students. International Journal of Social Science And Human Research 4(9), 2571-2574.
Zimmerman, B. y Moylan, A. (2009). Self-regulation: Where metacognition and motivation intersect. En D. J. Hacker, J. Dunlosky y A. C. Graesser (Eds.), Handbook of Metacognition in Education (pp. 299-315). Routledge. Zimmerman: Self-regulation: Where metacognition and… – Google Académico
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